​​Como modalidad es un deporte competitivo donde los ciclistas recorren circuitos de terrenos mixtos con porciones de asfalto, carreteras pavimentadas y terrenos campestres. 

Muchas veces en medio de árboles, y si llueve, el barro, lo que hace necesario que los ciclistas pongan pie en tierra y avanzar con la bicicleta al hombro para continuar el circuito.

Es un gran espectáculo para los espectadores, quienes acompañan a los corredores con pitos, campanas y gritos de aliento, haciendo de estas competencias una gran fiesta, mientras que los ciclistas dan su mayor esfuerzo frente al ritmo de la carrera, el clima y el aspecto técnico que tiene cada circuito.

Como tal, esta modalidad combina el Cross Country, el critérium y el campo traviesa, en circuitos donde participan entre 50-100 ciclistas.